No hubo sorpresas en los premios principales: la película del realizador austriaco Das weisse band ("The white ribbon") ("El lazo blanco"), rodada en blanco y negro, y que partía como favorita de la crítica, fue galardonada ayer con la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Los abrazos rotos de Pedro Almodóvar, y Mapa de los sonidos de Tokio, de Isabel Coixet, finalmente no cosecharon premios, pero sus presentaciones y la ilusión con la que mostraron sus obras jamás pasarán desapercibidas.
La actriz Isabelle Huppert, presidenta del jurado, otorgó el máximo trofeo del festival más prestigioso del mundo a quien la hizo su musa en La pianista y El tiempo del lobo.
Das weisse band, escalofriante parábola ambientada en los meses previos al estallido de la Gran Guerra, se hizo acreedora del premio de la crítica internacional Fipresci y partía como favorita para hacerse con la Palma de Oro, galardón al que aspiraba con La pianista, en 2001, y con Escondido, en 2005.
El realizador francés Jacques Audiard se hizo con el gran premio del jurado con su película Un prophet, aterrador retrato de un adolescente encarcelado y transformado en capo mafioso. Quentin Tarantino y Lars von Trier, poseedores del codiciado trofeo, entraron por sorpresa en el nunca mejor dicho "palmarés" con sendos premios recibidos por las excelentes interpretaciones de sus películas polémicas, aunque quizás no tanto como la titulada Anticristo, por la que Charlotte Gainsbourg cosecharía el galardón a la mejor actriz.
